El proyecto parte de la base de poner en valor el patrimonio histórico-artístico del pueblo de Navarrete. Para ello se ha rehabilitado de forma integral la parte del Palacio del Duque de Nájera en la que se ubica la Posada, en pleno Camino de Santiago e Ignaciano. Por lo tanto, se ha prestado particular atención en el plan de rehabilitación a la conservación de a los elementos originales del palacio para destacar su belleza e importancia histórica. Pero sin olvidar las comodidades del Siglo XXI
El proyecto pretende ofrecer un servicio integral de hostelería. Se trata de ofertar a los visitantes una experiencia integral en la que puedan descubrir los elementos más importantes y característicos de la región como son el arte, la cultura, la gastronomía, la naturaleza y el vino. Para ello, se organizarán y gestionarán desde la Posada actividades en estas áreas, que combinadas con el marco histórico en el que los huéspedes se alojarán, proporcionarán a los clientes una experiencia única.
La pensión se compondrá de seis habitaciones dobles y una individual. Cinco de ellas contarán con un baño integrado y dos con un baño compartido. El apartamento turístico contará con tres habitaciones dobles y una individual, dos de las cuales dispondrán de un baño integrado y las otras dos dispondrán de un baño compartido. Se optará por una decoración basada en muebles de época que combinen adecuadamente con el carácter del edificio. Por ello se prestará particular atención para asegurar que la decoración de aquellas habitaciones cuyo techo corresponde con la viguería de la estructura original se adecúe a esta particular característica arquitectónica. Las zonas comunes también se guiarán por este espíritu y se primará la utilización de materiales originales de la casa, como ladrillos, baldosas y elementos restaurados