La promotora ha recuperado un edificio del siglo XIX para convertirlo en un pequeño hotel de 8 habitaciones manteniendo el encanto de las casas de campo de la época. Por otra parte, con el proyecto se ha fijado población en la zona ya que la propietaria ha ubicado su residencia en el pueblo, creando además un puesto de trabajo. El proyecto ha permitido la creación de alojamientos que no existían hasta el momento en el municipio.